Aguas Turbulentas
Una mirada al cuidado de piscinas en zonas propensas a desastres

Translated by Rachael Sine; see the original English version here.
Jacob Grozier ha visto muchos huracanes durante su tiempo como profesional de piscina. Desde que comenzó trabajando solo con una pértiga hasta ahora que administra 500 cuentas, Grozier, propietario de Swordfish Pool Care en Florida, lo ha visto todo, pero comenta que presenciar los daños en las piscinas después de una tormenta sigue siendo impactante. Dice que garantizar la seguridad de su equipo después de un desastre es la prioridad número uno. Incluso cuando los teléfonos no paran de sonar con clientes solicitando la remoción inmediata de escombros, Grozier afirma que lo más importante es verificar cómo están sus empleados(as) y sus familias.
Tampoco los envía a trabajar antes de que sea seguro hacerlo, ya que los huracanes dejan tras de sí inundaciones, cables eléctricos caídos y carreteras destruidas.
“Quieres dejar que las cuadrillas de obras viales hagan la limpieza; lo último que queremos es un accidente,” dice antes de permitir que sus conductores salgan a sus rutas. También les indica a sus equipos: “Si parece que hay una línea eléctrica caída cerca de la casa de un cliente, simplemente váyanse. Notificaremos al propietario que llegaremos cuando sea seguro hacerlo.”
Más allá de los problemas de acceso, gestionar las expectativas de los clientes es uno de los mayores desafíos en cualquier limpieza de piscinas en zonas de desastre. Piscinas que normalmente toman 20 minutos de servicio pueden requerir entre dos y tres horas, a veces más.
“Lograr que los clientes entiendan que esto no es una limpieza normal es complicado,” comenta Grozier. “No, no es un abuso de precios. No podemos hacer ese servicio por la tarifa habitual. Recibimos muchas quejas. La gente dice: ‘Oh, te voy a denunciar al estado por abuso de precios.’ ”
Grozier afirma que cualquiera que esté haciendo limpiezas de desastre cobrando su tarifa habitual debería reconsiderarlo, ya que es “devaluar tu propio trabajo” en tareas que pueden ser peligrosas. Entre la remoción de vidrios, animales salvajes fuera de lugar y el trabajo físicamente exigente, no es trabajo para cualquiera. En algunos casos, Grozier ha visto piscinas llenas de arena que tuvieron que ser vaciadas a mano por un equipo con palas.
No es sorpresa que las regiones de alto riesgo puedan representar un desafío incluso para las personas profesionales en piscinas más experimentadas.
“Las zonas propensas a desastres presentan algunos desafíos únicos: acumulación de escombros, daños en los equipos y contaminación por aguas de inundación o cenizas,” dice Dave Mele, presidente de Pool Scouts en Virginia Beach. “El acceso limitado también puede retrasar los tiempos de respuesta, lo que hace aún más difícil restaurar la calidad del agua y garantizar que el equipo esté en funcionamiento. Después de un evento importante, estos factores, combinados con una mayor demanda de reparaciones, pueden hacer que el proceso de recuperación lleve mucho tiempo.”
Para muchas áreas — especialmente aquellas afectadas por tormentas invernales o huracanes estacionales — es más sencillo para las personas profesionales en piscinas preparar las piscinas de los clientes, comenta Mele. “La prevención es la clave,” explica. “Equilibra el agua, aplica un tratamiento de choque a la piscina y retira los objetos sueltos que puedan convertirse en proyectiles. Si hay riesgo de inundación, apaga la energía de todos los equipos y asegura el área. Después de la tormenta, evalúa los daños antes de reiniciar cualquier sistema.”
Asegurarse de que los propietarios y las propietarias tengan una póliza de seguro adecuada también es fundamental. “Una buena póliza de seguro para el hogar debería cubrir los daños estructurales, pero los propietarios(as) deben verificar que su equipo de piscina esté incluido en la cobertura,” comenta Mele. “Para las personas profesionales del servicio, contar con un seguro de responsabilidad civil general y un seguro por interrupción del negocio puede ayudar a mitigar los riesgos financieros durante un desastre natural.”
Además, enviar correos electrónicos con una lista de verificación para la preparación — y los pasos para la recuperación — puede ayudar a las personas profesionales en piscinas a reducir las preocupaciones de los clientes. Hacer esto mantiene a los clientes informados y preparados antes y después de un desastre natural, explica Mele.
Las personas técnicas pueden desempeñar un papel esencial en las preparaciones tempranas, ya sea ante tormentas invernales o desastres estacionales como tornados. En Texas, las fuertes tormentas invernales pueden causar graves daños en el equipo de las piscinas, comenta Edward Garde, técnico senior de instalaciones en Admiral Pool Services. Para ayudar a minimizar los daños, los técnicos y las técnicas de Admiral visitan las piscinas de los clientes una semana antes de que llegue la tormenta para inspeccionar la protección contra congelamiento. Además, la empresa publica cada año una lista de verificación paso a paso para la preparación de invierno, junto con un video actualizado para que los clientes puedan preparar adecuadamente sus piscinas.
Garde les recuerda a sus técnicos y técnicas que estén atentos al clima y que mantengan registros detallados de las piscinas de los clientes. Notar y compartir detalles, como si hay una posible amenaza de inundación por un arroyo cercano o un árbol que podría causar daños si se cae durante una tormenta, son pequeños aspectos que ayudan a mitigar grandes desastres y demuestran un alto nivel de profesionalismo, comenta Garde.
“Aquí, con los vientos y lluvias extremas que tenemos, puede estar soleado al comienzo del día, luego tormentoso y luego soleado otra vez, así que tratamos de planificar,” dice. “Observa el clima y fíjate qué está pasando. Conoce los patios traseros, no solo las piscinas.”
La preparación ante tormentas es esencial, no solo para la tranquilidad, sino también para la eficiencia una vez que la tormenta haya pasado. Grozier comenta que también prepara a sus equipos — y reúne los suministros con anticipación — para asegurarse de que estén listos para actuar cuando sea seguro hacerlo. Aconseja a sus técnicos y técnicas que consigan la pértiga y la red más resistentes que puedan encontrar, junto con bolsas de basura de alta resistencia.
“Tu aspiradora se va a atascar repetidamente,” comenta sobre los escombros después de un desastre. “Si hay muchos desechos en el jardín, retira con la red la mayor cantidad posible antes de aspirar.”
También comenta que las personas profesionales en piscinas deben estar preparadas para las sorprendentes formas en que algunos clientes se preparan, como lanzar parrillas de propano enteras dentro de la piscina. Grozier señala que tener paciencia, incluso con los clientes más irracionales, es otra habilidad indispensable, especialmente cuando “priorizar” las piscinas es una realidad después de una tormenta.
“Todos en tu ruta van a querer que estés allí, en ese momento,” afirma. “La comunicación clara ayuda. Los desastres naturales ocurren, y nosotros vamos a trabajar siguiendo la lista. Vamos a llegar a cada piscina. Informamos al cliente que alguien irá. También les decimos que hay tiendas locales donde pueden conseguir productos para tratamiento de choque. Les decimos qué deberían comprar.”
Algunos clientes están dispuestos a hacerlo si saben que eso acelerará el proceso para que su piscina vuelva a estar en condiciones, comenta.
Mele coincide en que tener un plan y consejos para después del desastre puede marcar toda la diferencia.
“Prioriza el servicio en las piscinas más afectadas lo más rápido possible,” señala. “Los desastres son impredecibles, pero un plan sólido marca la diferencia. Las personas profesionales en piscinas que guían a sus clientes durante la preparación y la recuperación generan confianza y lealtad a largo plazo.”